FÓRMULAS
DE OMNIPOTENCIA
Se
plantea la paradoja de la omnipotencia de la siguiente manera:
«Sea
una entidad omnipotente la cual puede crear un objeto con el cual ni
siquiera esta entidad pueda interactuar (aún siendo
omnipotente).»
En
realidad su planteamiento lógico suficiente se tiene que
realizar por medio de lógica de primer orden. En ese sentido
las fórmulas que se pudieren plantear no mantienen la
sentencia «la entidad es omnipotente» como parte de su
suficiencia por lo que se tiene debe definir en esta lógica
este concepto.
Así
queda:
∀e(ω(e)↔∀o(c(e,o)Λi(e,o))),
o bien, ∀e↔ωe∀oΛceoieo
donde
ω(e)
(o ωe)
es la entidad e
es omnipotente, o es el objeto, c(e,o) (o ceo)
es la entidad e
crea al objeto o y
i(e,o) (o ieo) la entidad e
interactúa con el objeto o.
Se observa claramente que la omnipotencia como sentencia queda
independiente de la lógica de primer orden y por tanto se
generan fórmulas que completen la definición de
omnipotencia.
Con
ello se puede vislumbrar que el planteamiento de la paradoja de la
omnipotencia depende de asumir como parte de la suficiencia de la
lógica al concepto de omnipotencia. Se plantea ahora la
fórmula con la cual quedaría esta paradoja:
∀e(ω(e)↔∃o(c(e,o)Λ¬i(e,o))),
o bien, ∀e↔ωe∃oΛceo¬ieo
Este
problema resulta de contradecir la proposición inicial que
define la omnipotencia. No obstante tampoco constituye parte de la
suficiencia de la lógica en la cual se analiza. Sea un sistema
S para el cual la definición de omnipotencia es
consistente. Si el sistema S es consistente por hipótesis,
la definición será verdadera y en consecuencia el
problema posterior queda falso. Lo mismo ocurre si se considera
consistente a S con el problema pues así sería
la definición una proposición falsa.
Entonces
no hay forma de entender la razón de la paradoja sino porque
al comienzo se asumía verdadera la sentencia la entidad e
es omnipotente y se la consideraba como parte de la suficiencia
de la lógica. Esta asunción es una proposición
indecidible (la suficiencia lógica no tiene que ver con ello)
para ambas proposiciones y por ello es la confusión (se asumía
verdadera cuando en realidad era indecidible). Esto remite a la
resolución general de paradojas que resuelve las paradojas al
identificar las proposiciones “verdaderas” como indecidibles.
RESOLUCIÓN
GENERAL
Se
tiene una proposición que contradice a otra siendo que
deberían ser consistentes estas:
r↔p
(o ↔rp)
es una fórmula de válida para la lógica de
primer orden.
p↔q
(o ↔pq)
se tiene que la proposición necesariamente implica otra
fórmula.
q↔¬r
(o ↔q¬r)
la siguiente proposición se tiene como verdadera.
p↔¬r
(o ↔p¬r)
la proposición contradice la primera fórmula.
Entonces
se ha planteado el esquema general de paradojas. Al igual que con las
fórmulas de omnipotencia, esto se puede analizar de forma tal
que se halle la consistencia de las proposiciones respecto a un
sistema de axiomas. Se sugiere un sistema S. La fórmula
r↔p
(o ↔rp)
resulta consistente con S. Necesariamente, y dada la
suficiencia de la lógica de primer orden, la proposición
p↔¬r
(o ↔p¬r)
queda inconsistente, o sea, la primera proposición (por
hipótesis) queda verdadera y la última queda falsa.
Con
esto último se tiene que alguna de las proposiciones que
permiten llegar a partir de la fórmula inicial a una
contradicción influye en la formación de la paradoja.
Por hipótesis, nuevamente, se supone que q↔¬r
(o ↔q¬r)
es inconsistente con S y consistente con la última
proposición, por lo cual la segunda fórmula, p↔q
(o ↔pq), debe ser responsable de la paradoja. Supóngase que esta
proposición no puede hallarse verdadera o falsa, esto porque
tanto ésta como su falsedad son indecidibles. Entonces en
realidad es que se asume verdadera de forma inicial a esta
proposición y debería considerarse como indecidible.
Todas
las paradojas se originan a partir de proposiciones indecidibles que
se asumen verdaderas, esto respecto a un sistema por medio del
cual se analiza la veracidad de las proposiciones restantes de la
paradoja.
9
de Agosto de 2011
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