Sin
fin. La IV Edición del Carnaval de Humanidades aún no
llega a su fin. Historias como ésta, donde la participación
es permanente, realmente parecen nunca terminar. Se podría
pensar esto, la permanencia permanente, porque se ha contado con
veintiocho aportaciones recibidas en un periodo de treinta y tres
días. Cada una con su respectivo resumen. Cada una llevando a
cabo su propia intención por comunicar. Cada una susceptible a
los Debates.
La información que genera información. Dice el
diccionario, debate: discusión. Y como suele ocurrir
con el diccionario, el clásico de clásicos, se debe
buscar la palabra de la definición. Por lo tanto, dice el
diccionario, discusión: examinación minuciosa sobre
una materia. La materia: el núcleo de cada aportación
al Carnaval. La examinación minuciosa: los cuestionamientos,
definiciones, redefiniciones, observaciones, pruebas experimentales y
pruebas sobre las pruebas, análisis gramatical y síntesis
retórica... Todo ello con tal de desentrañar en el
abismo de la «verdad» que no cesa de exhortarnos a su
búsqueda.
Se
han Retomado a los clásicos. En todos ellos se
observa, primeramente, admiración. Se ha compartido, de muy
distintas formas, las razones por las cuales hemos de admirar a los
artistas y científicos que conceden su creatividad para
explotar la genialidad. Pero ellos, los clásicos admirables,
no fueron lo que de ellos sabemos sólo por su clarividencia
divina, sino por los clásicos que los precedieron. Por una
parte, los científicos enarbolando la precisión y
exactitud, los cálculos y eficiencias, las deducciones y los
esquemas, todo por dilucidar entre números y argumentaciones
el valor de tal o cual parte de la Naturaleza. De tal o cual parte de
nuestra Humanidad. De tal o cual parte de tantas y tantas
perspectivas que se pretenden unificar. Teorías que de uno, el
descubridor, pasan al otro que la entiende y sucesivamente entre
todos los que entienden y pretenden entender evidencias replicables o
replicables en la imaginación, surgen las ideas que obvian al
Universo.
Por
otra parte, los artistas enarbolando los matices entre dimensiones.
Como en la Pintura, el pleno sobre un plano. Como en la Música,
el pleno en el plano espacial y sus secuencias temporales. Como la
Literatura con sus planos que se curvan de maneras casi einstenianas,
entre el presente y el pasado intentando explicar el futuro. O como
la Escultura con sus planos tangibles, un nuevo plano sensorial. Todo
por dilucidar entre pinceladas de colorido u opaco Destino que somos
los ejemplares exangües sobre un bólido más bólido
apenas que la millonésima del Sol. O bien, que entre destinos
descritos con historias elocuentes se vislumbran estructuras de
pensamiento y observación. Con las sonoridades representando
alientos y los alientos a la aprehensión de alguna
forma u otra cosa que de universalidad ofrecen horizontes creativos e
ilimitados.
El
reto de la Ciencia y el Arte, y cualesquiera disciplinas propuestas
en el hallazgo de la «verdad» ha de ser que entre
admiraciones y objeciones teóricas se convenza al público
a desechar el paradigma, a que el «ser clásico» no
influya en las decisiones, sino que esto radique en los hechos.
Porque los clásicos no son para adorarlos. Se estudian. Se
entienden. Porque al igual que esta IV Edición ellos también
han tenido intenciones por comunicar. Se desmenuzan. Y una vez entre
tanto, generar el nuevo paradigma. Convertirse en clásicos y
ser desterrado del Salón de la Fama. Pero nunca, a diferencia
de los ámbitos triviales, los clásicos son eliminados.
Ya está el caso de Lamarck que hoy día con el epigenoma
pasó de ser denigrado a ser considerado. Los clásicos
nos llevan por el camino. Camino de ingenios. Cómo soportar
tempestades. Entonces, que este Carnaval y los que vengan se
discutan, y se analicen. Que se guarden en la memoria y que de la
memoria florezcan. Que volvamos a las raíces y de las raíces,
las hojas. Que de las hojas la verdura y el color del Árbol de
la Sabiduría. Porque no es la intención, como Adán
y Eva lo quisieron, el llenarse de soberbia concluyendo que, por
ejemplo, el Universo se expande, sino el vivir nuestra propia
existencia. Existencia humana. Debatible. Por consiguiente y se ha
dicho, permanente.
SOBRE
LOS DEBATES Y LAS VOTACIONES
De
cada aportación al Carnaval, mismas que en un listado serán
expuestas con sus respectivos resúmenes a continuación,
puede extraerse un cuestionamiento o una crítica razonable así
como se ha exhortado en la introducción que precede. Para ello
existe un espacio definido y acondicionado por la matriz del Carnaval
de Humanidades. Presionando aquí,
es posible ver los diálogos que entorno a esta edición
del Carnaval pueden realizarse. A manera de comentarios.
También
es posible participar en el debate a través del Hashtag
#CHumanidades,
tiene el mismo fin que en el espacio propuesto por la página
matriz del Carnaval.
Sobre
las votaciones, también la matriz del Carnaval ha de sugerir
la forma de realizarlas. Con ello se intenta reconocer a los
participantes, como un incentivo a la creatividad. No obstante, todas
las entradas, como que cada una ha merecido un resumen, son
importantes y, reiterando, cada una es susceptible de discusión.
Entonces,
las contribuciones hechas a la IV Edición del Carnaval de
Humanidades, con una breve exposición donde se invita a
leerlas:
1. Reflexiones al margen del simposio, de @Ununcuadio.
Nos comparte algunas perspectivas que en el VIII Simposio de Enseñanza e Historia de las Ciencias y de las Técnicas surgieron. Cómo es que algunos «hitos» se forjaron hace ya casi siglo y medio, y otras curiosidades históricas entorno a la Ciencia del antepasado.
2. Agua se escribe con 'h', de @JesusGarozRuiz.
Un artículo que exhibe una perspectiva muy constante en el mundo químico: la clásica palabra «agua» sometida a su fórmula, y otros asuntos al respecto.
3. En las orillas del océano cósmico, de Rodolfo Zermeño.
Como un homenaje a Carl Sagan, se expone (después de presionar la opción Ver más...) la actitud expedicionaria que la humanidad tenía antaño y las consecuencias que esto representa hoy día.
4. Caspar David Friedrich: el infinito y lo sublime, de Vicente Varas Bucio [@elchen00].
En palabras de su autor, Caspar David Friedrich es un clásico fundamental hoy día por su concepción del artista «como intérprete del mundo». En este texto se exhibe al pintor Friedrich, éste a su vez exhibiendo al hombre «sometido a la mortalidad».
5. "Promesse de bonheur" Felicidad embotellada, de Mariana Orozco.
De François Coty, el perfumero, a la realidad de nuestra «esencia», expresa lo sutil de la misma y las implicaciones que tienen las circunstancias entorno a las necesidades ficticias.
6. Una propuesta para la tercera cultura de C. P. Snow, de @Ununcuadio.
Una búsqueda permanente de la verdad como la tercera cultura, a través de no importa cuáles medios, Ciencia o Humanidades, queda expuesta en este texto que abre un sendero para la discusión de su efectividad.
7. El "homeópata homeopático" y la bacteria que nunca existió, de @ManoloSanchezA.
Señalando la existencia de un clásico que nunca lo fue, nos exhorta a poner a prueba nuestra capacidad de crítica, más que científica, lógica, valiéndonos de las herramientas más sutiles: reconstrucción histórica, análisis cuantitativo, y cabría sugerir un análisis sociológico.
8. ¡Tú también puedes ser científico!, de @Ununcuadio.
Disfrutando la experiencia que resulta de revivir a los científicos clásicos (Newton, Tesla, etc.) por medio del Arte, específicamente el teatro, su autora nos comparte una forma más en la cual es posible conjuntar a la Ciencia con otras disciplinas cuyo objetivo siempre será uno común al de ésta: acercarnos más a la verdad.
9. Mutantes, de @ReCienciablog.
De mutaciones reales y ficticias, esta entrada refleja la presencia de la cultura científica en la cultura popular, tanto más interesante y común la una se vuelva como la otra le siga, y un aspecto que jamás deberemos olvidar (léase la última frase de la entrada).
10. Condena y muerte de Jesús el nazareno, de Daniel García-Parra.
A partir de la incuestionable existencia de un personaje histórico clásico como lo fue Jesús el nazareno, el autor de este texto consigue cuestionarse de manera metodológica la influencia de éste, el nazareno, en el pasado, analizada con las herramientas históricas, allegándonos un poco más la verdad; todo esto para entender (indirectamente) los hechos de hoy y del futuro.
11. Presocráticos, de @daphnella.
Indudable resulta la presencia de los griegos en la era moderna. Ideas tan impresionantes como increíblemente próximas a la realidad en las explicaciones del Universo participan hoy día con base en autores clásicos que en este texto se exponen de forma breve.
12. Breve análisis lógico y retórico de la Ciencia y el Arte como precursores de la verdad, de Kurt Friedrich Gödel.
Proponiendo una resolución al problema de la conjunción de saberes científicos y artísticos, estos últimos como representantes de las Humanidades, la anfitrionía presente ofrece el texto aquí señalado. [También se encuentra aquí.]
13. Horas muertas, de @JesusGarozRuiz.
Sean los programas televisivos unos clásicos o no, siempre queda lugar, al menos como se muestra en el texto aquí mostrado, al doble análisis: objetividad y subjetividad de una serie de ironías entorno a la moderna vida sedentaria.
14. Un GRAN hombre, de @bioamara.
Las Humanidades se encargan, en muchos de los casos, de mostrarnos por qué somos miserables. Ahora, la Ciencia ha contribuido junto con el «GRAN hombre» a mostrarnos no sólo por qué, sino cómo evitar dicha miseria.
15. Un comentario libre, en coautoría de @daphnella, @elchen00, y K. F. Gödel.
La brevedad del diálogo, tan espontáneo como verídico, desentraña algunas conclusiones entre estilos de vida y perspectivas ante la lógica del Universo. [También se encuentra aquí.]
16. Ésta es mi cruz, de Nuncacreíquefuerabuenaidea.
De entre los problemas clásicos de la vida, este texto nos comparte aquel conflicto sobre la identidad, tan discutido antes y después, tan acompañable por las Humanidades de forma certera: vaya que su autora tiene razón, «Ésa es nuestra cruz».
17. Arquímedes y el Doctor, de @cuantozombi.
A través de una imagen fundamental para la historia de la Ciencia, este texto permite entrever de una forma audaz no sólo el valor del hombre, sino del intelecto del mismo, su ingenio y sus pasiones.
18. A hombros de gigantes, de Iván Rojo.
La frase de Newton como inspiración de la poesía. La frase de Newton como precusora de recuerdos, de anhelos, por la búsqueda eterna entre la «miseria» y el «diamante», que es lo que somos y poseemos según su autor, es decir, somos seres humanos.
19. Paréntesis, de @Ununcuadio.
La Literatura, como ha de suponerse, nos lleva a la aprehensión de la realidad. Existiendo realidades diversas, incluso es posible olvidarse de hechos y personas semejantes a «Don Juan Tenorio» descrito por Zorrilla y retomado como un clásico en este texto.
20. El anfígeno infernal, de @luisccqq.
Al igual que el azufre y el mercurio, podría pensarse que Ciencia y Literatura no se mezclan. Y si ahora se conoce al solvente que mezcla al «anfígeno infernal» con el «metal frío», también ha de existir el texto, como aquí se muestra, donde ambas ramas dedicadas al hallazgo de la verdad nos hagan recordar una parte de la historia de la humanidad y otros conocimientos entorno a ello.
21. ¿Dónde estabas y qué hacías cuando anunciaron que habían encontrado el Higgs?, de @ClaraGrima.
Higgs, al día de hoy, sigue siendo un posible candidato para el premio Nobel de Física. Pero nadie sabe a ciencia cierta por qué no existe el Nobel de Matemática. Quizá hayan sido pleitos de faldas o... Nadie lo sabe, pero pueden leerse aquí varias «teorías».
22. ¡Lo sabía, mamá! ¡π es racional!, de @ClaraGrima.
Saber si π es racional o no, es crucial para la humanidad. Sin este tipo de conocimiento ni siquiera el Arte sería lo que hoy es. Por eso no es exagerado referir que en este texto su autora y su «π racional» revelan, a través de la inocencia de los hombres, las claves sobre cómo aprehender el conocimiento, nuestra realidad.
23. Metafísica y mortadela, de Rafa Sastre.
Disponiendo de la «nada» como si lo fuese todo, este texto permite asociar los aspectos de la cotidianidad con el idealismo trascendental de los problemas filosóficos, con clásicos como Jesús Mosterín, a través de un diálogo fluido y figuras retóricas exactas.
24. Otra teoría más sobre el euskera, de @aitor_santis.
Reflejando las dificultades que, como en toda disciplina científica, los métodos lingüísticos representan, se exponen las diversas posturas sobre el origen del euskera, un caso peculiar y fundamental en el estudio de los dialectos ante su capacidad de perduración frente a la inevitable evolución que el tiempo conlleva.
25. Stern y Gerlach - El experimento que cambió el curso de la Física, de @altatoron.
Ni la teoría ni la experimentación son nada sin la cooperación mútua de éstas. Con tono fabulador y decididamente magnífico, este texto acerca a la Física cuántica desde un pasado de teorías inciertas hasta un presente donde aún no se olvida la importancia de dos clásicos resolviendo con un experimento crucial el futuro de los pensamientos más prometedores.
26. Del teorema de Gödel, de K. F. Gödel.
Sobre la historia de un teorema crucial para la Ciencia, un texto que desde la Lógica, tan empleada en lo cotidiano y admirada en lo profesional, aborda la sutileza del razonamiento humano.
27. Día internacional de la Mujer... en la Ciencia, de @mikael_mm.
A través de una mirada hacia la feminidad del conocimiento y los retos que nos esperan entorno a ello, el autor de este texto recuerda la importancia definitiva que tienen las mujeres para la subsistencia sobre la búsqueda de la verdad.
28. La Vía Láctea en la Grecia Clásica, de @Cuantosycuerdas.
Distinguiendo a la literatura clásica de la realidad física, el autor de este texto comparte su aprecio por las historias escritas, la mitología antigua, y las impresiones que en retrospectiva provoca la observación del pasado contrastando con nuestro futuro.
12 de Abril de 2013
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