[El
siguiente texto contiene la demostración formal e inductiva que fue
obtenida en primer lugar que las presentes en este blog. Una
demostración que contiene los conceptos de Alfred Tarski que facilitan
la resolución de las conclusiones de Gödel. Una demostración que
simplifica las dadas por Henkin, Boolos y el mismo Gödel, pues resulta
más accesible, admisible, el hecho intuitivo de la indecidibilidad. Aun
así, las sentencias indecidibles siguen sin ser demostrables verdaderas o falsas.]
Se sugiere un sistema
formal [SF] donde cada relator, funtor y constante que presenta tiene
asociado uno y sólo un objeto dado un modelo [M]
de valoraciones conocidas. Se asume a SF consistente.
En el planteamiento de
este sistema formal, SF incluye la sentencia A:
Sentencia
A.
Todo modelo se relaciona.
∀iFYiMF
donde Yij representa cualquier relación lógicamente
válida y MF
dice el objeto
asociado a la sentencia F dado el modelo M.
Cabe
aclararse que F es una sentencia cualquiera, incluyendo las de SF, y
el objeto MF
se refiere a aquel
conformado por objetos presentes en el universo del modelo M
en cuestión, asociados ya sea a sus relatores, o a sus
funtores, o a las constantes. En
este punto del análisis se puede estudiar el fenómeno
inductivo presente: cuando se establece una sentencia A1
cuyo objeto presente en el universo del modelo se halle determinado,
esta sentencia induce a una sentencia A2
(según SF lo admite como otra F) cuyo objeto correspondiente
se puede determinar y que nuevamente induce a otra A3
y sucesivamente se puede obtener una An.
Si se detiene la obtención inducida de objetos presentes en el
universo del modelo, la sentencia An
carece de un objeto como tales. Esto es una demostración del
siguiente:
Teorema I. Si se
relacionan los objetos presentes
en el universo de un modelo dado, asociados estos a las sentencias de
un sistema formal consistente, existe al menos una de estas
sentencias que necesariamente carezca de un objeto asociado y
presente en el universo mencionado.
Esto en virtud de la
Definición 1 [El teorema fundamental de la Lógica,
31 de Marzo de 2012; 20 de Diciembre de 2012 en este blog], sobre la verdad de una sentencia, que permite
decidir la veracidad (o
deducir el carácter de verdadero o falso) de la misma, implica
identificar el:
Teorema II. En
un sistema formal consistente, la veracidad de alguna de sus
sentencias (efectivamente verdaderas) es necesariamente indecidible.
Si no se tiene el
objeto asociado que pertenezca al universo del modelo dado, no se
puede observar que la sentencia (del tipo A) sea verdadera o falsa
dado que las valoraciones no caben dentro de su análisis. Como
el sistema formal se sabe consistente, la sentencia es, en efecto,
verdadera, pero esto, porque
carece de objeto asociado, no posible decidirlo a
partir de alguna demostración en el mismo sistema formal. Esto
es el teorema de Gödel. Por supuesto, el Teorema fundamental de
la Lógica permitiría decidirlo solamente deduciendo
todos los teorema posibles y hallando que no se tengan
contradicciones, pero la cantidad de teoremas posibles es
incalculable: cada teorema deducido implica uno más al menos.
De allí que la única forma factible para decidir la
veracidad de una sentencia sea a través de su objeto asociado.
También, según se obtiene del Teorema fundamental de la
Lógica, el sistema puede que deduzca sentencias verdaderas y
no sus negaciones y aún así habrá alguno del
cual se desconozca realmente si no es deducible su negación;
esto último fue descubierto por George Boolos [1989] en su
demostración por medio de algoritmos.
La demostración
de Gödel mediante recursivas emplea a los números como
objetos asociados a las sentencias del propio sistema formal que los
estudia, la Matemática. En el caso presente, las sentencias
del tipo A funcionan como las recursivas de Gödel y se logra,
como en la demostración numérica, obtener que alguna
sentencia tenga su objeto asociado indeterminado.
Partiendo del Teorema
II se obtiene la segunda conclusión de Gödel, esto es:
Teorema III.
Ningún sistema formal consistente puede deducir su propia
consistencia.
También se puede
expresar, que ningún sistema formal consistente tiene como
teorema su propia consistencia. Esto se nota considerando la
indecidibilidad de la sentencia a la cual se refiere el Teorema II.
Si el sistema se observa que es consistente y se dedujo que presenta
al menos un teorema indecidible, entonces el hecho de que el mismo
sistema pudiere deducir su consistencia en forma de un teorema no es
posible, porque contradiría al Teorema II y en consecuencia,
el hecho de que el sistema es consistente. Como la aseveración
de la consistencia del sistema formal es verdadera pero no se puede
deducir por lo estipulado en el Teorema III, se asume que es la misma
una sentencia de las que el Teorema II propone indecidibles. Nótese
que de no asociársele a la aseveración de la
consistencia del sistema formal un objeto dado el modelo que permite
valorar dicha consistencia, entonces sí podría ser
deducible para cualquier sistema formal consistente pero quedaría
indecidible como señala el Teorema I.
1 de Abril de 2012
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